10 octubre, 2009

Angelina y Mary Ángeles

Me encontré con Angelina, una mañana de sol. Ella salía del Convento de la Puridad – dónde está el Señor Expuesto todo el día – y yo entraba. Las dos estábamos contentas. Le pregunté: “¿Cuando murió D. Emilio? (su hermano el cura de Rábielos). Me dijo : “seis meses después de que muriera mi padre. Por poco el padre entierra al hijo”. Añadió que su padre murió con noventa y dos años y D. Emilio con cincuenta. Angelina había vivido siempre con los dos, ahora estaba sola pero se la muy bien . Supe que pertenecía a un grupo de vírgenes consagradas – a ella la consagró el Obispo.- Y añadió que esa figura, que ya se había dado en la Iglesia había vuelto a instaurarse. Su padre salvó, con riesgo de su vida, durante la guerra una imagen de la Inmaculada, escondiéndola en un pajar. Desde entonces la imagen de la Virgen, lo acompañó. Su padre, que no estaba enfermo, le dijo una noche: “Angelina, me muero”. Ella salió a pedir auxilio y cuando volvió se lo encontró muerto, tumbado en el suelo a los pies de la imagen de la Inmaculada que estaba sobre su mesilla de noche.

Mary Ángeles también es soltera, Me entran ganas de presentarle a Angelina a ver si viéndola tan contenta, también Mary Ángeles quiere que la consagren. Mary Ángeles este verano ha estado en Tierra Santa. Volvió encantada y me dijo que el día 11 de agosto – fecha de su bautismo – estaba inmersa en el río Jordán. “¿Quién me iba a decir a mí que 54 años después de bautizarme iba a estar en el Jordán? “ La gente religiosa tiene alegrías insospechadas