11 mayo, 2009

En la Galería Jorge Juan

En el corazón de lo que hoy es la Galería Jorge Juan, estaba, hasta 1957 el jardín del Colegio de las Madres de la Compañía de Santa Teresa de Jesús. El jardín de las teresianas. El jardín de mi Colegio. Con su pista de baloncesto, su gruta con la Virgen de Lourdes y la hermosa higuera del pequeño patio de las pequeñas.

Hace años quedamos en la cafetería de la Galería, cuatro amigas del Colegio y fuimos conscientes de que estábamos “en el jardín del Colegio”. Hace unos pocos días hemos vuelto las mismas a reunirnos allí. Una de ellas tiene un cáncer de pulmón. Es una mujer fuerte que sigue riéndose de sí misma, como ha hecho siempre. Nos contó, sin abandonar la sonrisa: “ Cuando mis hijos eran pequeños y me venían con alguna pena yo les decía alegremente: “Pero ¿qué queréis? Esto es un valle de lágrimas” y añadía riéndose: "y los pobres se iban despagados. Y yo ahora…”. Me enterneció su comentario valiente. La miré recordando lo mucho que nos habíamos reído juntas calle Cirilo Amorós arriba y abajo, con nuestro uniforme marrón de pata de gallo. Quise estar a tono y comenté que Ortega y Gasset, había dicho que la mejor definición (breve y exacta) de lo que es el mundo, la encontró en la “Salve”: un valle de lágrimas. Quizá no esté de más, dados los tiempos, el recordar que en la Salve le decimos a la Virgen: “… a Ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas…”. Y continúe: “Don Julio Donnini, (padre de nuestra amiga Santina que ya está con él en el cielo) decía que aunque es verdad que este mundo es un valle de lágrimas, lo cierto es que se llora muy a gusto en él ”

Recordamos, con agradecimiento a las monjas. Supieron meter el arado
hondamente en nuestras vidas. La fortaleza y la esperanza de hoy, tenía su raíz en su enseñanza y en sus vidas.