23 marzo, 2008

Yo quería escribir..

Yo quería escribir algo sobre la Resurrección de Cristo. ¿cómo hacerlo hoy sobre otra cosa? He acudido a “La Historia de Cristo” de Bruckberger que con tanto cariño encuaderné en su día. Tiene ya muchos años. Los libros y los hombres envejecen, pero a ambos se les quiere por lo que han aportado a nuestras vidas, de ahí la posible pérdida de impacto de este pequeño párrafo:

“La resurrección de Cristo estalló en el mundo para la salvación de todos, como la bomba de Hiroshima estalló en el mundo como amenaza para todos”.

El pobre Antonio Gala en “la tronera” se ha permitido ponerle a la palabra Resurrección, un par de interrogaciones y después hacerse el listillo. Cosa que ahora cuesta poco, lo que realmente cuesta es dar testimonio de la propia fe. Ha olvidado ya a San Pablo (1 Cor 15, 3-8) Hay cosas esenciales que se olvidan cuando el recordarlas compromete la vida.

¿Qué es más difícil volver a vivir cuando ya se ha muerto o que empiece la vida? A esto último estamos acostumbrados, pero estarlo no hace disminuir su misterio.

Hace falta mucha fe para pensar que todo acaba aquí. Que espera igual destino al malvado que al justo.