07 julio, 2007

De la tertulia.... (II)

“Un filipino le dijo a un holandés en Ámsterdam, en un centro del Opus Dei: “yo estoy aquí por lo que decía D. Álvaro: si rezáis y os mortificáis y aquí no veis el fruto, se dará en Filipinas.”

“El Señor bendice con la enfermedad. Cuando el atentado de Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981 ( festividad de la Virgen d Fátima) D. Álvaro fue a ver al Papa al hospital. Estaba muy mal, cogiéndole cariñosamente un brazo le dijo: “Santidad: esto no es un atentado es una caricia de la Virgen”. El Papa contestó: “eso pienso yo”.

A la pregunta de un economista de treinta y un año que acababa de pedir la admisión a la Obra de ¿cómo podría recuperar el tiempo pedido? Le Respondió: ¿Qué hubiera sido de mí si Dios n e hubiese llevado de la mano?. Saber pedir perdón, cuando nos hemos equivocado, es una hermosa forma de amar. Saber pisotear nuestro yo. Leed el Catecismo de la Iglesia despacito. Atiende a los demás con paciencia. No te enfades. Que sepan decir que no. Rebeldía contra la animalidad que quieren meternos en la cabeza. Fraternidad. Quiere a la gente. Podemos ser demasiado impositivos. Trabajar con rectitud d intención. Hablar de la confesión que es el sacramento de la alegría, porque se recupera la paz. Quiere mucho a la gente. Rezar por el Papa, que le podamos decir: hoy no te he dejad solo. Ofrecer por él pequeñas mortificaciones: retrasar el beber agua cuando s tiene sed, sonreír cuando se está cansado, no cruzar las piernas..
E vez en cuando el Señor no dice: “tienes que cambiar”. Y ha que cambiar.
Rezad por los sacerdotes”. Nos bendijo y se fue