18 diciembre, 2006

Macarena

Yo no sabía que el nombre de Macarena, equivalía a Esperanza, y a María de la O. Siempre me hizo gracia lo de María de la O. y no María de la I, o de cualquier otra letra. Luego supe, que ello se debe a que a partir de hoy, día 18, todos los días hasta el Nacimiento del Dios ( esa es la fe cristiana: Dios nace entre los hombres como uno más), las oraciones de la liturgia de la misa comienzan con un “Oh María¡…”. Es una forma de acompañarla en estos últimos días antes del parto

El caso es que hoy ya está puesto mi belén, que no es cualquier cosa eso de montar un belén, como su mismo nombre indica. Un belén precioso, todo sea dicho de paso. Con calor de hogar. Con una gruta grande, en la que cabemos todos, a tono con las esbeltas figuras de la Sagrada Familia que son réplica de un belén de Salcillo. Sobre la teja de barro, y los troncos cubiertos de líquenes, todos los colores del otoño. Por el camino avanzan reyes y pastores, éstos comprados en el Corte Inglés hace más de treinta años. Son mucho más pequeños, a escala, como debe ser. Van como pueden, cojeando, con el cántaro roto, sin brazo…Solo la Sagrada Familia, posterior y cuidadosamente protegida, ha cruzado el tiempo intacta. Un ángel en actitud de adoración que pertenece a ese grupo, era difícil de ubicar. Lo he puesto con Ella. Junto a la Virgen. Esta mañana, cuando rezaba frente al Belén, los misterios gozosos del rosario, se me ha ocurrido pensar: ¿Cómo será el Ángel Custodio de la Virgen María?


Una de mis nietas se llama Belén. Su madre se ha pasado la vida haciendo ingenuos y delicados christmas que no puede una mirar sin sonreír. Tengo una amiga, catedrática de Universidad que también se llama Belén. De ambas me acuerdo al rezar el tercer misterio gozoso del rosario: El Nacimiento del Niño Jesús en el portal de Belén