Se va noviembre
Con la festividad de San Andrés se va noviembre, mes de recuerdos. Y esta tarde, Dios mediante, estaremos un grupo de mujeres del barrio en la iglesia de San Juan y San Vicente donde se celebra con toda solemnidad la Novena de la Inmaculada, que empieza hoy. Nos colocamos, según vamos llegando, en el crucero de la izquierda junto al altar de la Virgen del Carmen, patrona de navegantes y de las almas del Purgatorio, y tengo la esperanza de que cuando allá también vayamos llegando escalonadamente, Ella tenga en cuenta estos atardeceres pasados en su compañía y que iluminan todo el día. Porque la verdad es que salimos de la novena alegres y contentas y casi revoltosas como cuando de niñas la hacíamos en nuestros respectivos colegios de monjas.
Mi madre me contaba que en Alcañiz, cuando ella era moza, por la novena de la Inmaculada venían de Zaragoza los estudiantes que empezaban entonces sus vacaciones navideñas, según aquello que rezaba: “ Si las costumbres son leyes / y las leyes respetamos / de vacaciones nos vamos / hasta después de los Reyes”. Tiempos holgados y felices de “La Casa de la Troya”. Y ellas, las mozas, después de haber arreglado con flores de papel de seda, el altar de la Inmaculada de la Colegiata de Santa María, estrenaban abrigo y se paseaban rumbosas por la calle de Alejandre después de la novena, a ver que “se pescaba”.Mi madre no pescó nada en la calle de Alejandre, sería en Molinos donde se hizo con el Médico del pueblo.
2 Comentarios:
bonito y entrañable, bien redactado
He estado en esa novena y es todo un canto a la esperanza...
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