El corazón de piedra
Todos conocemos a quien la edad le ha endurecido el corazón. Gente a la que ayudar rezando, con palabras de la Escritura: “Señor, quítale ese corazón de piedra y dale un corazón de carne” y quien sabe si no convendría incluirnos entre ese tipo de gente y personalizar esa oración.
Hoy es la festividad del Sagrado Corazón de Jesús. En mi casa había una imagen suya en el cuarto de mis padres. Vuelto hacia ella murió mi padre. Su hermana, Dios la bendiga, (sus sobrinos lo hacemos) me dijo en una circunstancia especialmente difícil de mi vida: “Ten mucha confianza en el Sagrado Corazón de Jesús. Yo le recé durante toda la guerra por mis cuatro hermanos en el frente y ninguno murió allá”.
Copio unas hermosa palabras de la homilía “El Corazón de Cristo, paz de los cristianos”de San Josemaría Escrivá, atiborradas de Sagrada Escritura:
“Al corazón pertenece la alegría: que se alegre mi corazón en tu socorro; el arrepentimiento: mi corazón es como cera que se derrite dentro de mi pecho; la alabanza a Dios: de mi corazón brota un canto hermoso; la decisión para oír al Señor: está dispuesto mi corazón; la vela amorosa: yo duermo pero mi corazón vigila; y también la duda y el temor: no se turbe vuestro corazón, creed en mí”.
Al pasar de Word a internet se perderán las frases “en cursiva”.., dejo al inteligente lector subsanar el hecho
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