09 abril, 2006

Lo que debe esperarse del estado

¿Cuándo tendremos un Estado que secunde, sin tratar de dirigir y sofocar aquello que de verdad interesa al hombre y no que alimente cortinas de humo y nos de la paliza con ellas? La familia, que no la invente, que la respete, que se preocupe de su mantenimiento, su protección, su dignidad, su verdad, y tantos temas que de veras interesan al hombre, y que de una manera u otra están relacionados con ella, como es una educación al estilo de los padres, que son a la postre los que traen ciudadanos al mundo, una televisión que no sea ni blasfema ni procaz, que engrandezca al hombre y no lo degrade, un trabajo para el hombre y no un hombre para el trabajo, eh ahí lo que se espera de él aunque sea una esperanza vana. Oigamos lo que a este respecto dice el Papa Benedicto XVI en su primera Encíclica “Deus caritas est”: “El Estado que quiere proveer a todo, que absorbe todo en sí mismo, se convierte en definitiva en una instancia burocrática que no puede asegurar lo más esencial que el hombre afligido – cualquier ser humano –necesita: una entrañable atención personal”. Y continúa diciendo el Papa: “Lo que hace falta no es un Estado que regule y domine todo, sino que generosamente reconozca y apoye, de acuerdo con el principio de subsidariedad, las iniciativas que surgen de las diversas fuerzas sociales y que unen la necesidad con la espontaneidad con la cercanía a los hombres necesitados de auxilio.” Pues eso, que ya somos mayorcitos, pensantes y creativos y además Dios nos ha hecho libres bueno es que todo esto se reconozca.