05 abril, 2006

De mi lectura mañanera

Entresacar de una buen libro aquellos párrafos que nos “han tocado” y compartirlos es uno de los placeres de la vida.Aunque no todos entenderán porque no es patrimonio de todos el “tener ojos para ver y oídos para escuchar”. Ahí van:

“ Cristo no solo murió, sino que vivió por y para los hombres. Su muerte enderezó sus pasos por el camino de la justicia, y su vida les enseñó como habían de marchar por ese estrecho sendero. El sacrificio de la Cruz restableció el orden en las relaciones entre las criaturas y el Creador, y su vida les demostró cómo una vez devueltas a la gracia tenían que reconocer un orden perfecto en su propio ser. “Jesús – dice Santo Tomás –adoptó la naturaleza humana a fin de libertarla de la corrupción”.
Por efecto de la caída (pecado original), la naturaleza humana se resquebrajó y se vició; en este estado por tanto la gracia no podía derramarse en el alma humana menos que ésta no se adaptara, por medio de un esfuerzo espiritual, a ser receptáculo más perfecto de la misma. Cristo con su vida tenía que enseñar a los hombres, cómo se había de restablecer la armonía entre los móviles, principios y actividades del alma y la vida sobrenatural que había de recibir. “Si la naturaleza ha sido dignificada, sus acciones deben ser nobles, y Dios quiso actuar como hombre, a fin de que el hombre pudiera aprender a actuar como Dios” (Bossuet).

(¿Por qué la cruz?, Edward Leen, Ed. Patmos)