18 noviembre, 2005

Frivolidad

He encontrado, entre mis viejos papeles, con letras ya borrosas de máquina de escribir, algo que sobre la frivolidad decía Bruckberger en 1964 en su hermosa “Historia de Jesucristo”.Hélo aquí:

“La frivolidad es una enfermedad del alma y un ensordecimiento del corazón, cuyo primer efecto es suprimir la existencia del prójimo. Si Jesús no dice nada a Herodes, es que Herodes no podía oír nada. En ese día
largo y atroz, se nota que algo ha pasado entre Jesús y Caifás, entre Jesús y Pilatos, pero entre Jesús y Herodes, nada, no ha pasado absolutamente nada. La mundanidad aprisiona el espíritu en un círculo extremadamente estrecho de referencias e intereses limitados y superficiales en exceso. La “cualidad” de Jesús estaba por fuerza fuera de ese círculo mágico; ¿cómo habría podido tener Herodes incluso una vaga idea, una vaga sospecha de quién era Jesús? En realidad y hablando muy estrictamente, Jesús no fue para Herodes más que una ocasión de divertirse, si bien una ocasión excepcional”.

El domingo que viene es la festividad de Cristo Rey. El haber encontrado esta ficha poniendo orden en el caos que supone mi cuarto del fondo, no deja de ser una feliz casualidad.