Bruckberger: lecturas que marcan
Decía Brukberger en 1964 en su apasionada y magnífica “Historia de Jesucristo”, que tuve la suerte de disfrutar en el 68: “En mi niñez aprendí en los bancos del catecismo que el mundo se acabaría un día. Esta proposición me la enseñaron como un dogma, y sobre la autoridad de los evangelios y de la Iglesia. El positivismo se reía de ese dogma como de todos los demás. Pues bien después de la bomba de Hirosima ya no se ríe en absoluto. Se ha tragado sus sarcasmos. El fin del mundo ha bajado del cielo de los dogmas a la tierra firme de la posibilidad y su descenso ha hecho mucho ruido (…) Para los creyentes la profecía evangélica no tenía necesidad de la ilustración científica. Su fe estaba segura de aquello que no se atrevían a mirar la ciencia y la filosofía del siglo XIX. Era mi curita de pueblo que me enseñaba catecismo, el que estaba al día y no la Sorbona. Eran las ciencias y la filosofía de ese tiempo las que se equivocaban y no él. La ficha que he copiado fué escrita con una Hispano Olivetti y está un poco arrugada y manchada de azul porque le cayó agua se destiñó la tinta.Es una ficha querida.Todas las Semanas Santas, lo mksmo que volvemos a ver Ben-Hur yo cojo "la historia de Jesucristo" y repaso lo que un día hace muchos años subrayé
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