22 enero, 2014

Penélope

Ayer recogí del colegio a mis nietas Belén, Carla y Vega y fuimos a la parada del autobús de Juan y Nacho, hermanos de Vega. Allí me esperaba Marta, mi hija madre de Belén y Carla, con el coche para llevarnos a todos al “Hospital Clínico “La Fe”, donde está ingresado desde el 7 de enero Nacho, padre de Vega, y marido de mi otra hija Fe. Nacho – 42 años- está muy grave: hace cinco años le trasplantaron los dos pulmones y ahora los médicos no ven más salida que un nuevo trasplante..,que si lo resiste será un milagro. En el autobús para consolar a Carla que lloraba porque que se había caído, con su pesada mochila en la “corrida” para cogerlo, me senté a su lado y le dí conversación. Le dije que la noche anterior, me había torcido haciendo una bufanda y había tenido que deshacerla y le conté la historia de Penélope, a mujer de Ulises, que deshacía de noche lo que tejía de día. Le gustó, y quiso que se la contara a su madre. A los niños hay que contarles historias y dice Chesterton que les gustan con moraleja. Cuando la conté por segunada vez, mientras esperábamos a que Fe, bajara a sus hijos - 10, 8, y 5 años - que con sus mascarillas habían subido a ver a su padre, para que a éste se animara un poco porque llevaba sin verlos dos semanas, recordé mejor la historia y dije que Ulises “volvió de su viaje”. Carla, me corrigió: “ ¡No, de la guerra¡”. La memoria de los niños no perdonan una. En el coche íbamos de ilegales y Nachito tenía que ir el pobre camuflado, porque aunque a Belén la había recogido una amiga de Marta para llevarla a casa, Carla – 7 años - no había querido separarse de su madre, a la que ve poco y lo acusa, porque ésta cuida algunas noches a sus sobrinos. Me he despertado a las 4, he rezado un rosario por Nacho y Fe y porque ésta pueda dormir algo – esta noche no lo hace en el hospital- antes de llevar a los chicos a e irse a trabajar a Almusafes – 25Km – para luego volver al Hospital y pasar allí la noche. Ahora me vuelvo a la cama. Se admiten oraciones.