Fe y Milagros en "Lágrimas en la lluvia"
Disfruté enormemente el último programa de “Lagrimas en la lluvia”. Programa de cine que los domingos a las 4 en “Intereconomía” dirige J. Manuel de Prada. La película era “Ordet, el tema a debatir: la Fe y los milagros.). Era la tercera vez que disfruté viendo “Ordet”. Cierto, es “un programa diferente para un público diferente”. Los cuatro contertulios magníficos: el Padre Cabreira S.J; D. Jose Antonio Sallés (sacerdote ); Miguel Ayuso y Carmen Álvarez Alonso. Todos rebosantes de títulos académicos. El padre Cabreira contó “El milagro de Calanda” el sucedido a Miguel Pellicer ( siglo XVII).Recordé a mi madre, del Bajo Aragón, que cuando yo era niña cantaba esté romancillo: “Miguel Pellicer, vecino de Calanda de Calanda / tenía una pierna muerta y enterrada…”- lamento no acordarme de más y no me lo puede volver a cantar, solo: “…años y cinco meses cosa cierta y aprobada / por médicos y doctores que se la tenían cortada…”. Total que el milagro de Miguel Pellicer (1617 ) en el que la Virgen del Pilar le devolvió sana la pierna que le cortaron ( por la gangrena), destrozada al pasarle por encima la rueda de un carro con instrumentos de labranza, se la devolvió una noche. Paso a contarlo para quienes no vieron el programa: Miguel Pellicer se fué a Zaragoza ( el sabra como) y consiguió del Arzobispado permiso de mendicidad, ya que no podía ganarse la vida. Pedía limosna a la puerta de la Basílica del Pilar cada día y se untaba el muñón cuando le dolía con aceite de la lamparilla de la Capilla. Una noche que llegó a su pueblo en casa de sus padres, su madre le habilitó una cama como pudo con una tabla y unas mantas porque el cuarto de Miguel lo utilizaba un soldado. Miguel se acostó por cansancio y sus padres se quedaron de tertulia con los vecinos. Al rato su madre intranquila subió a ver a Miguel a ver si necesitana algo, al entrar vió los dos pies de Miguel asomando por la manta. Subieron los vecinos: ¡milagro, milagro ¡ llegaron los del pueblo..El milagro de Miguel Pellicer está más que certificado por toda clase de doctores, como cuenta Luis María Ansón en su libro “ Tres Milagros para el siglo XX” editado por “Palabra” ( libro que después de leerlo , lo regalé). Era “su pierna”, no la encontraron cuando fueron a desenterrarla al Hospital General de Zaragoza donde se la amputaron y además conservava la cicatriz en el tobillo de la mordedura de un perro que le mordió de niño. Contaré otro milagro que contó el Padre Cabreira.
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