31 octubre, 2011

Teresa de Ávila y Teresa de Lisieux

A mi no se me acaba octubre sin decir algo, de dos santas de ese mes, de las dos Teresas, la de Lisieux – 3 de octubre – y la de Ávila – 15 de octubre. La fiesta de la hija es antes que la de la madre.

De la de Lisieux:
Teresa del Niño Jesús y de la santa Faz , he leído hace poco un librito magnífico: “El genio de Teresa de Lisieux” de Jean Guitton, publicado para el centenario de su muerte 1897-1997. Extracto algo de él y elegiré lo escrito por Teresa:
Refiriéndose a la Vigen escribía: “Vos que lo tenéis todo, os falta infinitamente, puesto que no tenéis Madre celestial para amar, puesto que vos misma sois esa Madre”.
Hablando de que el Purgatorio es lugar de amor, dice:

“Si voy al Purgatorio, estaré muy contenta; haré como los tres hebreos en el horno encendido, me pasaré entre las llamas cantando el cántico del amor.”
“¡Si supierais cuán dulce será el Señor conmigo¡”
“Los pequeños serán juzgados con una extrema suavidad.”

De la de Ávila: Teresa de Jesús.
Sobre ella, hay una serie de rtve en tres discos, que se puede comprar y es preciosa. Yo se la pongo a mi nieta y además de darle cultura le educo el gusto. Concha Velasco hace una soberbia interpretación de la santa y el guión esta hecho por Carmen Martín Gaite.

También hay un libro estupendo sobre ella. Hablé de él, cuando empecé “El rastro”. Es “La Vida de Santa Teresa” de Marcelle Auclair, Editado por "Palabra". Es ameno a tope. Lo abro al azar y copio un trozo:

“Las tres carmelitas quedaron solas, por fin en el monasterio del glorioso San José de la ciudad de Toledo, en completa clausura. La comida de aquel día señaladísimo consistió en unas cuantas sardinas que no pudieron asar hasta que, providencialmenteencontraron un haz de leña en un rincón de la capilla. Utilizaron para asarlas una sartén prestada y como salero un papel de estraza sujeto con una piedra para que la corriente de auire no esparciese la sal.
La Madre estaba exultante; hasta entonces había amado la pobreza, pero sin carecer de lo más necesario. Toledo le había revelado la pobreza total, “pues son nuestras armas la santa pobreza.”

Mis monjas teresianas se alegrarían si supiesen de esta "entrada"

1 Comentarios:

At 01 noviembre, 2011 07:31, Anonymous Anónimo escribió...

Rosa,

¡Qué casualidad! Recientemente he terminado una pequeña vida de Santa Teresa Benedicta de la Cruz. Después he comprado un libro que siempre he querido leer: "Historia de un Alma": en su lectura estoy.

Saludos de un gran admirador

 

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