San Juan Crisóstomo
¿Y por qué hablar ahora de San Juan Crisóstomo? Lo contaré:
La lectura de las “Homilías sobre San Mateo” de San Juan Crisóstomo, es uno de los recuerdos felices de mi vida. Me lo recomendó mi marido, como lectura espiritual, y desde luego sabía lo que hacía, porque me lo pasé en grande - incluso me reía -, leyéndolas, sentada en la terraza de la casa de Navarro Reverter, en la que casi entraba uno de los castaños de la Avenida.
Y comprendí que, no en balde Crisóstomo quiere decir “Pico de oro”-,
Estos días, leyendo el “Santo Tomás de Aquino” de Chesterton – libro que dejé en su día a mi sesudo sobrino Pedro y no me lo devolvió y que me he vuelñto a comprar – he leído no sin sonrisa: “Cuando ( Santo Tomás ) llegó a París le mostraron desde un monte el esplendor de aquellas incipientes y nuevas agujas arquitéctonicas, y alguién dijo algo así como:”¡Qué estupendo debe ser poseer todo esto¡” Tomás solo murmuró : “preferiría obtener ese manuscrito de Crisóstomo que no consigo”
Y resulta que, estos días también, haciendo la lectura espiritual con el “Catecismo de la Iglesia Católica” – ese tomo grande de color naranja de 621 páginas que todo cristiano culto debería ir leyendo poco a poco – he encontrado una cita de San Juan Crisóstomo, y me he dicho: habrá que escribir sobre él. La cita es ésta:
“ No podéis llamar Padre vuestro al Dios de toda bondad si mantenéis un corazón cruel e inhumano; porque en este caso ya no trenéis en vosotros la señal de la bondad del Padre celestial” (San Juan Crisóstom, hom, in Mt 7,14)
Hoy, Santa Teresa de Jesús...Esta tarde habrá que escribir algo.
2 Comentarios:
Qué buen artículo ! Hay tanto que leer y tan bueno. Yo por si le fuera de interés, en estos dias leo el "Tratado del Purgatorio", de Santa Catalina de Génova y la "La Fe explicada" de Leo J. Trest.
Un afectuoso saludo
Un gran admirador
Todas las entradas resultan de lo más sugerente. Muchas gracias.
Otra gran admiradora
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