28 septiembre, 2011

La Escritura

Hace días encontré una frase de la Escritura, que me impactó: “Yo he estado contigo en todas tus andanzas”( 2 Sam, 7,9).
No se puede decir más claro, ni más simpaticamente. Dios no nos ha perdido de vista desde que nos puso en circulación. Nos acompaña y nos cuida como un padre a sus hijos pequeños,que corretean delante de él inmersos en sus pequeñas aventuras haciéndose la ilusión de que son autónomos. El saberse tan bién acompañados debería ponernos de pie cada día

Como el Papa recientemente nos ha aconsejado conocer la Biblia. Yo tengo que confesar que no la he leído entera nunca, cosa de la que no estoy orgullosa. El salmo de la misa hoy, el 136 es francamente bonito:

“Sentados a orillas de los ríos de Babilonia, llorábamos acordándonos de
Sión / en los álamos de sus orillas colgábamos nuestras cítaras.

“Allí nuestros deportadores nos pidieron cánticos, nuestros raptores, alegría:”¡Cantad para nosotros un cantar de Síón”

“¿Cómo podríamos cantar un cano a Yahve en una tierra extraña? / Jerusalén si yo me olvido de ti, que se me paralice la mano derecha

“Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti…

Una de las cosas estupendas de oír misa todos los días es que a fuerza de oírlos, se nos van quedando en la cabeza los Salmos. Esa hermosa horma que David nos dejó para hacer oración. A la cabeza me viene una frase del apóstol Santiago: “ ¿Hay alguno triste?, haga oración. Está alegre: salmodie.” Pues si señor, samodiar no es moco de pavo. A mi siempre me pone en forma repetir: “¡Hay cantos de victoria en las tiendas de los justos¡”

1 Comentarios:

At 29 septiembre, 2011 18:43, Anonymous Anónimo escribió...

Rosa,

Me permito ponerle un enlace a un canto del salmo que vd. referencia. Es un canto del Camino Neocatecumenal. A mi me encanta. Se llama Babilonia Criminal.

http://youtu.be/PAE56Cm_0aU

Saludos en Cristo Jesús

 

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