09 mayo, 2010

En clave

En clave sobrenatural, sabiendo que las cosas no acaban aquí, que lo que conocemos es solo el primer acto, éstas se entienden mucho mejor y además se llevan mucho mejor también. Cuando mi hermana Carmen, por ejemplo, cuando algo le contrariaba, en lugar de enfadarse, decía sonriendo: “pelillos a la mar” tenía, sin duda, este trasfondo de eternidad en la cabeza. (a ella le marcó mucho la muerte repentina de mi padre cuando tenía 15 años. Ver las cosas en clave sobrenatural, es la confirmación práctica de que la Fe no solo no se opone a la razón, sino que la ilumina.

El cristiano bien formado, tiene lucidez. “Vosotros sois la luz del mundo”, dijo el Señor y: “Quien me sigue, no anda en tinieblas”. Por eso es tan lamentable que un cristiano se acompleje y se calle cuando su punto de vista no coincida con lo políticamente correcto. Como además, el saber que: “no se cae una hoja del árbol sin la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos” alivia cantidad las penas de esta vida, un cristiano consciente no tiene derecho a callarse. Impepinablemente tiene que ser apóstol, que no es lo mismo que ser un pelma.


“En tus manos encomiendo, lo pasado, lo presente y lo futuro, lo pequeño y lo grande, lo temporal y lo eterno”. Le decía anteayer por teléfono a Mª Pilar, una joven de 78 años, con la cabeza firme – la oración le gustó y como quería aprenderla me la hizo repetírsela – para consolarla de la pena que le da ver a su nieto como pelota de ping- pong ir de una casa a otra por el noviazgo de la madre de éste.. En fin..¡cuánto podría contarse..¡