01 abril, 2010

Jueves Santo

La Cena del Señor con los Apóstoles, la Institución del Sacerdocio, la Institución de la Eucaristía… Hay un hermoso texto del Papa Pablo VI que habla de ella:

“El mismo Señor quiso dar a aquella reunión tal plenitud de significado, tal riqueza de recuerdos, tal conmoción de palabras y de sentimientos, tal novedad de actos y de preceptos que nunca terminaremos de meditarlos y explorarlos. Es una cena testamentaria; es una cena afectuosa e inmensamente triste, al mismo tiempo que misteriosamente reveladora de promesas divinas, de visiones supremas. Se echa encima la muerte, con inauditos presagios de traición, de abandono, de inmolación; la conversación se apaga enseguida, mientras la palabra de Jesús fluye continua, nueva, extremadamente dulce, tensa en confidencias supremas, cerniéndose así sobre la vida y la muerte.”

(“Hablar con Dios”, Homilía de Pablo, Misa de Jueves Santo, 27-3-75)

Otro año más, gracias a Dios, de poder acompañar al Señor esta tarde en la Misa de Jueves Santo, luego, a las 8,30 en la Procesión del Cristo de las Penas, que empezó hace algunos años con solemnidad, pero tímidamente
por las inmediaciones de la Iglesia de San Juan del Hospital y ahora gracias a Dios y al fervor de la gente, “ha invadido” un montón de calles y es que todos tenemos penas y vamos seriamente detras el Calvario del Cristo de las Penas ( tallas del Cristo, la Virgen y San Juan, la primera del siglo XV y las otras dos del XIII).