02 abril, 2010

Esta noche hace años..

En la cama de niña la noche del Jueves Santo, me ponía a pensar en lo que fue para Jesús esa noche. Lo veía postrado en el Huerto de los Olivos, yendo a casa del Pontífice, insultado y vejado por la soldadesca…coronado de espinas con el manto rojo y la caña en la mano como cetro.. Tenía claro que esa noche yo desde mi cama debía pensar en ello, hasta que me durmiese. Debía acompañar a Jesús. Ese recuerdo me ha acompañado siempre. Fue mi primer enamoramiento. Luego supe que eso era contemplar los Misterios Dolorosos del Rosario. Y ahora cuando los contemplo, recuerdo a veces mi misalito en el que estaban éstos, con ilustrados en tinta roja y negra. Iba a decir que entonces no había libros ilustrados en color, pero no es verdad porque viene a mi memoria un precioso libro de cuentos: “Trasgolisto”: el enano saltarín. Aquel que salvó a la molinera de la ira del rey convirtiendo en oro toda la paja que había en el cuarto en que la encerró.

Ayer fui con mi nieta Marta a la “Procesión del Cristo de las Penas”.Pequeñita y rubia, estaba encantada llevando su gran belón de adulto delante de mí. Inmediatamente detrás de la imagen de San Juan, a la que seguíamos en dos filas en riguroso silencio, solo se oía el redoble del tambor, la gente de a pié. Acompañando a la imagen del Cristo iban los Cofrades con sus túnicas blancas, sus capas rojas y su gran cruz al cuello y detrás, acompañando a la Virgen sus camareras vestidas de negro con teja y mantilla de blonda. Cuando ya veníamos para casa, Marta me dijo: “¿Cómo puede conseguirse ese traje blanco y un medallón así?, Apúntame para el año que viene”. Ella quería ir de cofrade. Y no era . Alguna chiquitina absurdo. Había niñas pequeñas vestidas así, alguna chiquitina en brazos de su madre. Cuando en la parada del autobús a Marta la
recogió su madre, y la niña quería contarle todo den un momento, ésta me dijo sonriendo: “ Este recuerdo lo tendrá toda su vida”.

En cuanto a mí, artchivé en la memoria, que Marta con diez años iba inmediatamente detrás de San Juan, el apóstol célibe enamorado de Cristo… Veremos.