12 junio, 2009

Más, del Diario de Santa Faustina

“Mayo 1935.En un momento, cuando me di cuenta de los grandes designios de Dios respecto a mí, me asusté de su grandeza y me sentí completamente incapaz de cumplirlos y empecé a evitar interiormente lasa conversaciones con Él, y sustituía ese tiempo con la oración vocal Lo hacía por humildad, pero pronto conocí que no era una verdadera humildad, sino una gran tentación de Satanás. Una vez cuando en lugar de la oración interior comencé a leer un libro espiritual, oí en el alma estas palabras, explícitas y fuertes: “Prepararás al mundo para Mi última venida.” Estas palabras me conmovieron profundamente y aunque fingía no haberlas oído, no obstante las comprendí bien y no tenía ninguna duda al respecto. Una vez, cansada de esta lucha de amor con Dios y de excusarme constantemente de ser incapaz de cumplir esta obra, quise salir de la capilla, pero alguna fuerza me detuvo, me sentís inmovilizada. Entonces oí estas palabras: “ Piensas salir de la capilla, pero no saldrás de Mí, porque estoy en todas partes; tu sola no podrás hacer nada por ti misma, pero Conmigo puedes todo.”

(Pág. 203 “La divina misericordia en mi alma”. Ediciones Levante)