19 marzo, 2009

Leo tantas cosas estupendas…

Leo tantas cosas estupendas y el tiempo es tan limitado…ay tanto a que acudir.. sin contar nuestra propia pereza, que se agolpan y olvidan la multitud de asuntos que sería bonito poder esbozar aquí.

Me está costando la lectura del libro de Holzner sobre San Pablo. Y eso Con que lo he pasado leyéndolo. Desde luego el tamaño de letra influye, pero no es solo eso: los hombres ( me niego a distinguir sexos) se cansan del largo camino, pese a los plácidos remansos y hermosas vistas. Voy por la página 360 de las 503 que tiene, sin contar apéndices. Mientras lo leo, ra lamento que algún antropólogo que conozco, no haya dado con él. Quizá lo haga. Los buenos deseos, suelen cumplirse. Copio una her frase de Goethe que acabo de encontrar en él:

“El río en que me baño es tradición y gracia”. ¡Pues anda que no da de sí el meterse por ahí…¡

Anoche, por excepción me quedé leyendo hasta las dos. como en los veranos de mi adolescencia. Terminé una bonita historia: “La estepa infinita” de Esther Hautzig. Estupenda y amena lectura para tiempos de crisis. El Washington Post ha escrito de él:

“Irradia optimismo y subraya la fortaleza del espíritu humano. Un libro
magnífico”. Yo no tengo más que añadir. Nada que ver con “El niño del pijama a rayas” que olvidé apenas acabé.