13 marzo, 2009

Imágenes antes de dormir

Me llegó por internet, una hermosa imagen: un angelical niño rubio, arrodillado al lado de su cama, con los ojos cerrados y las manos juntas, diciendo sus oraciones. A su lado un perro pastor alemán, lo imitaba como podía: flexionadas sus patas traseras y las delanteras, puestas sobre la cama. Al verlo recordé el “fervor” de los perros. Una vez fui testigo de cómo no se movió, en riguroso silencio, del regazo de su ama, “Luna”, una perrita ya muy mayor, mientras rezábamos el rosario mi amiga y yo. Fue acabarlo, y bajar él corriendo alegremente.
Había una vez un señor que tenía, según decía, un cuadro del Greco. Y el buen señor dormía en cama con cuatro dosel, como si fuese el paso de la Macarena. Se colocó el cuadro del Greco frente a la cabecera de la cama y cada noche sacaba sus prismáticos, pasaba un buen rato contemplando con ellos un trozo del cuadro. Una mano por ejemplo. Después, se decía así mismo: “bueno, ya está bien por hoy” y se dormía placidamente.
Mi abuela Rosa, me enseñó una oración de la noche curiosa: “Cuatro pilares tiene mi cama, y cuatro ángeles que la acompañan. Bendice el cáliz, bendice el altar. Bendice mi cama que me voy a acostar”. Granny, la abuela de Thomas Merton, le enseñó a rezar el padrenuestro, y cuenta que desde entonces no lo olvidó aunque pasó años sin rezarlo.

(carta enviada a “Las Provincias”)