21 marzo, 2009

Cotignac

En Cotignac, en el santuario mariano Notre -Dame de Graces, en Var en Provenza, el 28 de diciembre de 1987 tuvo lugar la celebración de una Misa de exequias por niños muertos sin el Bautismo, acudieron una veintena de personas. Después fue corriéndose la voz llenaron el santuario las peregrinaciones por la Vida dedicadas especialmente a la reparación por el aborto y a la reconciliación con Dios, con la Iglesia y consigo mismos, de las madres y demás familiares inductores del aborto.

Las peregrinaciones tienen lugar el 29 de septiembre, fiesta de los Arcángeles, y el 28 de diciembre, fiesta de los Santos Inocentes. Después de la promulgación, en 1995, del “Evangelium vital” por Juan Pablo II, se elaboró una liturgia para estos actos que comienzan por una marcha penitencial hacia el santuario, en silencio, en reparación de los propiuos pecados y los del mundo, muy especialmente por el aborto y todos los pecados contra la inocencia y los inocentes.

Durante la Eucaristía todos los asistentes suben al altar en procesión y presentan un papelito con un nombre el del niño no nacido, que simbólicamente han adoptado o con una intención. Modo que permite que las madres de los niños abortados no sean identificadas. Estas celebraciones están empezando a celebrarse en España. Explica Alfonso Bertodano colaborador del Centro de Orientación Familiar Virgen de Olaz en Madrid la ayuda que estas suponen para la solución de los problemas fisícos o psíquicos de la madre que ha abortado. “Si no hay reconciliación con Dios y la mujer que ha abortado no se siente perdonada por Dios a través del sacerdote, se hace difícil que el proceso de psicoterapia, aplicado para que ésta sane psicológicamnente sea redondo.” Dice Emilia Ros, psicóloga clínica que ha acudido varias veces a Coitignac.

(noticia sacada de Alfa y Omega, suplemento de ABC)