Un santo triste, es un triste santo
He acabado de leer, por segunda vez, el libro “ Don Bosco y su tiempo”. Muchas cosas merecerían contarse. No hay mejor novela que la vida de un santo, si quien la escribe va por el mismo camino. Aunque nada se de la vida de Hugo Wast está claro por su libro, que fue mucho mozo.
Los santos tienen sentido del humor. No en balde son por sus vidas “expertos en humanidad”. La expresión entrecomillada es de Juan Pablo II. El quería volver a cristianizar Europa y para ello necesitaba “Expertos en humanidad”. Pero a lo que iba: copiaré dos pequeñas anécdotas de la vida de Don Bosco que avalan la verdad de la primera línea de este párrafo.
“Una de las monjas de María Auxiliadora padece tales escrúpulos que no solo se atormenta a sí misma, sino que trae inquieta a la comunidad. La superiora consulta a Don Bosco. Llaman a la pobre monjita que expone humildemente sus cuitas. Deja de hablar y Don Bosco le sale con esta pregunta:
- Diga, hermanita, ¿conoce usted el libro “Bertoldo, Bertoldino y Casaseno”?
- No, padre no lo conozco
- Bueno, madre superiora: yo le voy a mandar un ejemplar, y cuando vea a esta hermanita cabizbaja y triste, hágala leer algunas páginas. Lo que necesita es estar alegre en el Señor…”
“ Ha cumplido su obra: ha librado la buena batalla; ha conservado la fe; ahora puede morir.
Sus hijos no creen que pueda morir. Paréceles que todo se iría en humo si él faltase.
Tratábase de comprar un terreno en el camposanto de Turín para sepultura de los salesianos. Por cuestión de precio, el tratado no concluía
nunca. Don Bosco advierte a su ecónomo:
- Si no te apresuras, mandaré que me entierren en tu cuarto.”
La expresión : un santo triste es un triste santo es de San Josemaría Escrivá, que tampoco desperdiciaba las ocasiuones de hacer reír a la gente.
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1 Comentarios:
La expresión "un santo triste es un triste santo" NO es de Escrivá de Balaguer, sino de Santa Teresa de Jesús
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