29 noviembre, 2008

“Camino”

Escribí hace tiempo algo de “Camino”. Sabía que lo hacía con buena voluntad y cariño, aunque desease mejor pluma. Ayer, tras veintiséis años de la erección del “Opus Dei” en Prelatura Personal, algo por lo que se venía rezando desde 1928, a fin de estar a tono con el día, volví a coger “Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer”. Al abrirlo al azar encontré al autor de “Camino” hablando de su libro hablando de su libro a instancias del periodista que lo entrevistaba, en este caso a propósito del punto 484, del libro que el periodista calificaba de “código espiritual” :

“Camino”, un código? No. Escribí en 1934 una buena parte de ese libro, resumiendo para todas las almas que trataba – del Opus Dei o no – mi experiencia sacerdotal. No sospeché que treinta años después alcanzaría una difusión tan amplia – millones de ejemplares – en tantos idiomas. No es un libro para los socios del Opus Dei solamente; es un libro para todos, aún para los no cristianos. Entre las personas que por propia iniciativa lo han traducido, hay ortodoxos, protestantes y no cristianos. “Camino se debe leer con un mínimo de espíritu sobrenatural, de vida interior y de afán apostólico. No es un código del hombre de acción. Pretende ser un libro que lleva a tratar y amar a Dios y a servir a todos. A ser instrumento, ésa era su pregunta, como el apóstol Pablo quería serlo de Cristo. Instrumento libre y responsable: los que quieren ver en sus páginas una finalidad temporal, se engañan. No olvide que es corriente, en los autores espirituales de todos los tiempos, ver a las almas como instrumentos en manos de Dios.

(“El apostolado del Opus Dei en los cinco continentes”. Entrevista realizada por Jacques Guillemé- Burlón. Publicada en “Le Figaro” el 16-5-1966)