Don Eulalio
Han cambiado al sacerdote que se encarga de nuestro grupo, y estamos de lo más internacional: el anterior era Don Rutger , holandés que habla un buen castellano porque lleva en España unos cuantos años y éste, Don Eulalio, es hijo de madre vietnamita y padre sevillano. Ahí¡ es nada, la de mezclas estupendas que puede lograr el amor. Don Eulalio nació en 1957 en la calle de García de Paredes de Madrid, y se crió en Marbella, lógicamente domina el castellano, y cosa rara no tiene acento andaluz. Nos hizo esta aclaración porque comprende que sus rasgos son de “chino”, para quienes no dominamos los matices raciales de oriente.
Antes de empezar a hablar de la Esperanza, virtud teologal, que nada tiene que ver con la esperanza de que a uno le toque la lotería, encuentre a una gachí estupenda, o la operación que tiene programada sea un éxito, porque la virtud teologal de la esperanza tiene a Dios por objeto y básicamente consiste en saber que Dios nos quiere y que un día viviremos con Él porque tenemos un sitio en su corazón. Antes de hablar de todo eso, considero justo presentarse y nos contó parte de si prehistoria: el noviazgo bde sus padres. Como es un relato ameno, lo cuento; porque además viene al pelo la festividad del día: la maternidad divina de María, que además es madre nuestra.
Su abuelo materno, que era médico había perdido a su mujer de tifús, (entonces no había penicilina) cuando la que sería madre de Don Eladio tenía cinco años. Con motivo de las luchas en Vietnam con Vien-Vien Fú (no se como se escribe, pero recuerdo haber oído hablar de él a mi padre, cuando yo era niña) envió a sus hijos a París para que estudiaran allí y allí se quedaran. Los tíos de Don Eladio se casaron con francesas. Su madre vino unos días a España invitada por una amiga y allí conoció al sevillano. Se enamoraron, el noviazgo fue en francés. Los padres de él se opusieron. Hubo boda, y cuando empezaron a venir los hijos, amainaron. Vinieron seis. Ella era ya católica cuando se casó. Y aquí viene lo interesante:
Ella iba mucho a Notre Dame porque un amigo suyo daba allí conciertos. Se sentaba frente a la imagen de la Virgen y se encontraba bien, muchas veces iba soplo a eso a estar sentada frente a ella. Un día entro en la sacristía y le dijo al abate: “yo no se que es ser católica, pero quiero serlo,
Porque aquí me encuentro muy bien”. La instruyeron y se bautizo.
Más tarde sería del Opus Dei, tendría un hijo sacerdote y su suegra murió en su casa,cuidada por ella,a los 96 años.
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