08 enero, 2008

Después de Reyes

Gracias a Juan puse el belén y gracias a Juan lo quité el mismo día de Reyes por la noche. Él, primero trasladándome la mesa sobre la que iría y después empezando a desmontarlo y volviendo la mesa a su sitio, me dio los dos empujones que necesitaba para vencer la pereza de ponerlo. Sentí no esperar hasta que terminara el tiempo de Epifanía, pero los hombres ( me parece una mentecatez decir hombres y mujeres) no podemos mantener en nuestra vida el sentido de lo sagrado por mucho tiempo. Nos falta vitalidad y tenemos que refugiarnos en la rutina cotidiana Y eso que la fiesta de los Reyes Magos da para mucho. Yo todos los años me emociono con las palabras de Isaías:

“Alza los ojos en torno y mira:
todos se reúnen y vienen a ti

Un sinfín de camellos te cubrirá
jóvenes dromedarios de Madián y Efá.
Todos ellos de Saba vienen
Portadores de oro e incienso
Y pregonando alabanzas a Yahve.”

Mañana Juan tiene una entrevista importante de trabajo en Barcelona.
Mañana es un buen día: el 9 de enero de 1902 nació San Josemaría Escrivá
Esta tarde he comprado un montón de la homilía “Amar el mundo apasionadamente” que pronunció en la Universidad de Navarra en 1967.Se venderán.