27 abril, 2007

Inmaculada

Cuando Inmaculada se quedó embarazada, de su último hijo, no se si era el séptimo o el octavo, tenía cuarenta y tres años. Al enterarse su marido, le dijo: “ Te llamaré Isabel, como la prima de la Virgen”. Pero en su caso no vino un varón, sino una niña a la que llamaban Copito. Ahora Inmaculada tiene setenta y cuatro años y Copito se casa en junio. Le cuesta, le cuesta mucho que se vaya. Por primera vez, vivirá sola en casa. Su marido, su único novio, aquel hombre bueno y de buen humor, hace muchos años que murió. Pero aunque se quede sola, trabajo no le falta: le dejan a una nieta de tres meses y todos los días tiene que ir a medio día a por otra al colegio, darle la comida y volverla a llevar. ¿ A que edad se jubilan las mujeres que han apostado por la vida? Además, a Inmaculada no le gustan los niños. Una vez me dijo: “Siempre me he visto rodeada de ellos. Soy la mayor de nueve hermanos”. Pero aunque así sea, ella tiene claro que lo suyo es servir: “cuando me canso pienso en los emigrantes, los traen, los llevan, a veces viven sin condiciones…” No le han faltado penas en la vida, y de las fuertes, pero siempre la he visto serena y sonriendo y con su poquito de cachaza, como quien está de vuelta de todo pero sigue yendo. También la he visto siempre arreglada, juvenilmente arreglada, como una hada madrina buena. Estos días la he visto en “La Lloma. Inmaculada es una mujer piadosa. Ella todo se lo pide a la Madre Sacramento (Santa María Micaela del Santísimo Sacramento). “Es como de la familia ¿sabes? El cuerpo de la Madre Sacramento vivió en mi casa los tres años de la guerra civil. Como vivíamos en Hernan Cortés, esquina Gran –Vía y mi padre que conocía mucho a las monjas, descoyuntó los huesos y su cuerpo, metido en una caja estuvo escondido en mi casa los tres años de la guerra.” Ahora está muy preocupada porque las monjas Adoratrices van a vender parte del convento, y ella está convencida que les van a tomar el pelo.