20 octubre, 2006

Más sobre los cuentos de hadas

“También Chesterton, con su habitual conocimiento de la realidad, nos dice: “En los cuentos e hadas la felicidad está siempre basada en una condición incomprensible. Se abre una caja y de ella surgen los males. Se olvida una promesa y las ciudades perecen. Se enciende una lámpara, y el amor se ausenta volando. Se arranca una flor y las vidas humanas son castigadas. Se come una manzana, y la esperanza desaparece. La dulce visión de un bien pende siempre de un veto. Todas las cosas deslumbrantes y magníficas están a merced de una pequeña cosa rehusada.” (Ortodoxia).
“El cristianismo exige creer, aún en contra de las apariencias. Exige que aceptemos que hay una realidad divina, aún cuando los ojos y la razón afirmen que no la hay. Exige que creamos que ese Niño pequeño, apenas nacido, es el Dios eterno.En una palabra, el Cristianismo está basado en un acto de fe, y la fe, como dice San Pablo, “es la firme seguridad de las cosas que no vemos” (Heb, 11,1”. ( “Por qué la cruz”, Edward Leen)

Los cuentos de hadas a veces pueden también “prologar” que aún no hemos vivido, o prepararnos para ella. Me explicaré: uno de los primeros cuentos de hadas que mi padre me regaló era :”Los diez mejores cuentos eslavos”. La mejor novela de cuantas he leido, que leí con veintiséis años, apenas empezada mi vida de casada, es “Los hermanos Karamazof ”, de Dostoievski. Pues bien, como ya he dicho en alguna ocasión, mis dos primeros nietos son rusos.

Como antes oíamos cantar en la tele: “todo está en los libros…todo está en los libros…