19 julio, 2006

Lo que aprendimos

Lamentando que en la enseñanza de hoy se hayan perdido nociones fundamentales, que los de mi generación y otras anteriores a ella, recibimos, siendo sustituidas por tecnicismos que, aún siendo necesarios, nada aportan a la propia vida del hombre, transcribo lo que a este tenor dice Julián Marías al que siempre vale la pena escuchar:

“ De esta enseñanza (la que nosotros recibimos) se deriva una imprecisa noción del mundo creado en relación con Dios creador; una cosmogonía, una idea del hombre como realidad corpórea y anímica, una doctrina psicológica – los sentidos corporales que se enuncian en el catecismo, las “potencias del alma”, los vicios y las virtudes, las nociones de arrepentimiento, atrición, contrición “dolor de corazón”, devoción, etc-,una idea jerárquica de la sociedad – padres, maestros, mayores “en edad, saber y gobierno”- una visión de la historia – pueblo elegido, profetismo, plan providencial, juicio final – una idea muy definida del “puesto del hombre en el cosmos”, en relación con las plantas, los animales, los espíritus angélicos y la Divinidad, una noción del milagro y, por tanto de un orden “natural”, casi de “leyes de la naturaleza; Todo esto sin contar las ideas específicamente religiosas o teológicas que tienen una vertiente ideológica general y contribuyen a formar esa imagen del mundo: lo natural y lo sobrenatural, la Encarnación , la idea de pecado, la noción de eficacia – por ejemplo sacramental- la idea de espíritu, la visión escatológica, la interpretación de la muerte y la inmortalidad, , la oposición del tiempo y la eternidad, los principios de justicia, mérito, premio y castigo, etc. Esto y mucho más es el fabuloso, riquísimo repertorio intelectual en el que sin el menor propósito científico introduce al muchacho de la última escuela rural española el catecismo del padre Ripalda…”

He cortado la cita por ser desmesurada (pág 234, “ Sobre el Cristianismo”).
Lo que en ella dice he podido comprobarlo en mi “tata Francisca” que sin saber leer y escribir, tiene sobre estas cuestiones un sabio conocimiento.