22 julio, 2006

ALCANCÏA

Aunque saqué de la Biblioteca Municipal, como lectura veraniega una novela de Rosa Chacel, no la voy a leer porque a estas alturas de mi vida ¿qué me importa la vida novelada de la mujer que se fugó con Espronceda?. Pobrecilla. ¡Cuánto agradezco a Dios el no haberme fugado con nadie¡ Ya decía Aristóteles, al que no he leído, que “Nada hay más práctico que una buena teoría”. Mi inteligente madre y mis queridas monjas teresianas, me proporcionaron ésta. Sean dadas gracias a Dios.

La palabra “alcancía”, que figura en mi weblog, la elegí por simpatía hacia Rosa Chacel porque leí su diario que era para ella una “alcancía” en la que iba metiendo sus días. Pero mi idea, al utilizarla en la red, no era contar mis días ¿a quién le importan? Mi idea era echar en ella moneda de oro, unas pequeñitas, otras más grandes…Mi idea es utilizar la red como una red barredera que allega todo tipo de peces. Porque todos los peces interesan y para todos hay que hablar.

Leí ha poco en: Jr.16,16 “ Yo enviaré a pescadores que pescarán esos peces”. Consolador.