25 diciembre, 2005

Espigando

Hoy día de Navidad he dedicado un rato a reseñar aquellas cosas de la agenda – se acerca fin de año y es conveniente irla purgando para empezar el año ligeros de equipaje – que no me gustaría que se perdieran. Las compartiré aquí. Al verlas tan dispares, podría pensarse que no tienen ni orden ni concierto. Creo que aunque puedan no tener orden, concierto si tienen.
Empiezo:

“En una alforja al hombro llevo los vicios
los ajenos delante, detrás los míos” (refrán)

El reino de las tinieblas trabaja para meter una mentira tras otra

“Amor notitia est” Solo el amor que da agudeza a la fe, logra que la inteligencia humana penetre en los detalles grandes y pequeños de la providencial intervención de Dios en la historia y el quehacer de los hombres” ( Álvaro del Portillo)

“No os apocáis en nosotros sino que os apocáis en vuestros corazones” (2 Cor 6,12) Si amáramos más, el amor daría una dimensión infinita a nuestras vidas. Es nuestro corazón el prisionero de su egoísmo y de sus miedos.
Quien no sabe amar siempre se sentirá en desventaja, todo le agobiará; quien sabe amar no se sentirá encerrado en ningún sitio. Esto es lo que me ha enseñado Santa Teresita. Y me ha enseñado también otra cosa: nuestra incapacidad de amar pro viene muchas veces de nuestra falta de fe y esperanza” (" La libertad interior")

“El bien posee más consistencia y entidad que el mal, y su impulso es capaz de hacerlo triunfar sobre este último” (idem)

Todos los santos han sido simpáticos

Sante Ncolae, curam domus age. O en cristiano: San Nicolás, danos más.