08 agosto, 2017

Museos

No me gustan demasiado los museos. Por eso me encanto este poema que Wislawa Szymborska escribió cuando estaba hasta el gorro de que la llevaran a ellos en su visita a Bulgaria: Eh aquí su poema “Museos” Hay platos pero no apetito / Alianzas pero no amor correspondido / desde hace al menos trescientos años. Hay un abanico, ¿dónde están los rubores? / Hay espadas, ¿dónde la ira? / Y el laud no tañirá en la hora gris. A falta de eternidad recogieron / decenas de miles de cosas viejas. (…) La corona sobrevivió a la cabeza. La mano erdió contra el guante. La bota derecha venció al pie. En cuanto a mí, créanme, estoy viva. Mi carrera contra el vestido sigue. ¡Que tozudez la suya¡ ¡Y cómo le gustaría sobrevivirme¡ (“ Museo” , de Sal 1962)