10 julio, 2017

No conocer la Sagrada Escritura, es privar al hombre de recursos.

Zósima, el anciano monje,inolvidable de Dostoivski ("Los hermanos Karamazov") cuenta antes de morir la impresión que le produjo la Biblia cuando tenía ocho años de edad, al escuchar su lectura en la iglesia:"En el país de Hus había un hombre justo y piadoso que poseía riquezas, muchos camellos, ovejas y asnos. pero Dios entregó al poder del diablo al hombre al que amaba tanto, y el diablo hizo morir a sus hijos y a su ganado. job des garro sus vestidos y se dirigió a Dios con estas palabras: "Salí desnudo del vientre de mi madre, y desnudo volveré a la tierra. Dios me lo dió todo y Dios me lo ha quitado. ¡Quesu nombre sea bendito ahora y siempre¡". Perdonen, Padres mis lágrimas, pues es toda mi infancia la que surje ante mí, vuelvo a mis ocho años y estoy como entonces, extrañado, turbado, encantado..¡ Qué fuerza milagrosa la de la Sagrada Escritura dada al hombre¡ Es como la representación del mundo, del hombre, de su carácter. ¡Cuantos misterios resueltos y desenmascarados¡ " Estudie de niña la " Historia Sagrada " en el colegio. Luego la Biblia me ha acompañado siempre. ¡Cuanta sabiduría a nuestro alcance, cuanta fuerza, cuanto consuelo...cuanta sabiduría no comparable a ninguna otra