02 junio, 2013

Tarde con Carla

Tarde con Carla ¡¡Martinaaa..¡¡ chilla con con entusiasmo Carla, al salir del Colegio al ver de lejos a una niña de su clase con la que acaba de estar hace un momento. El entusiasmo de los niños nos alegra la vida y deberíamos recordando aquello de “Si no os hacéis como niños….” tratar no solo aprender de ellos sino también no perder nunca aquel. Carla salía del Colegio, cargada con su gran mochilla, y llevando en la mano una margarita pachucha que se llevaba a casa para “su Virgen”. Me aclaró: “¡es que hoy es el último día de mayo¡ ,pero yo le quiero seguir poniendo flores aunque no sea mayo porque, ¡¡pobre Virgen¡¡…”. Carla tiene seis años y es alegre, charlatana y tiene grandes y expresivos ojos castaños. Cogimos el autobús, casi al trote, con mochilla a la espalda y margarita pachucha en la mano, después de dudar si meterla adentro, sin quejarse. Ya en casa, le ofrecí el sillón frente a la tele y le puse “Alicia en el País de las maravillas”. Al acercarle la banqueta de los pies y cubrírle las piernas con una mantita, en la que se arrebujó, me dijo sonriendo: “abuela, te quiero mucho porque cuando vengo a tu casa eres muy amable conmigo”. Carla tiene cuatro hermanos más, sus padres se quieren, va toda la familia a misa los domingos y en la casa rezan todos. En su colegio, educan a las niñas con esmero, saben que sus ángeles están viendo el rostro de Dios. Querría la suerte de Carla para todos los niños del mundo.