06 abril, 2013

Mi Bruckberger

He vuelto a coger “La historia de Jesucristo “ de Brucberger (Ediciones Omega ,S.A, Barecelona 1966) un gran libro al que como la “Ortoxia” de Chesterton conviene volver al cabo de unos años. Lo tengo dedicado a mi hijo mayor desde el mayo del 2.000 y sigue en mi Biblioteca. No está por la labor de leerlo. En fin… porque el libro está agotado (1966) y es una joya. Copiaré algún párrafo ( adecuado al tiempo de Pascua) de los que en algún momento de mi vida señalé: Hablando de la rápida difusión de la Resurrección de Cristo en el mundo conocido de entonces, dice: “ ..Relativamente muy pocos hombres han sido agentes o testigos de la bomba de Hirosima; la significación del suceso sin embargo fue súbita y universal. Cada hombre en todas las partes del mundo se siintió afectado. Desde entonces que el fin del mundo y el fin de la humanidad son posibles, la víspera dee Hirosima no lo sabía. Ahora el hombre ha dee vivir con esa esperanza personal. Y, a fin de cuentas, la bomba lanzada sobre Hirosima no es más que un hecho estrechamente localizado en el tiempo y en el espacio. Pero su significación fue enseguida universal y aún metafísica. Lo mismo pasa con la resurrección de Cristo. Es un hecho histórico localizado en el tiempo y en el espacio pero su significación se ha reveladoinmediatamente como universal. Desde entonces, todo el mundo sabía que la resurrección de los muertos era posible y que el acceso a la eternidad estaba abierto en cuerpo y alma. Todo hombre desde entonces ha de vivir con esa esperanza. (….) Sí, la resurrección de Cristo estalló en el mundo y para salvación de todos, como la bomba dee Hirosima explotó en el mundo para amenaza de todos.” Saber que resucitamos en cuerpo y alma, cambia la vida desde sus cimientos.