29 de julio de 1940

Hoy hace 72 años que nací. Que no cunda el pánico, siempre se puede mirar la cifra de izquierda a derecha. Buen día para hacer balance de la propia vida pero, sobre todo, darle gracias de todo corazón y seguir adelante con brío. En la lectura espiritual y en los textos de la misa de hoy , he encotrado una perfecta adecuación de los temas, con la fecha que celebro. La primera hablaba del juicio final.. y en cuanto a los textos, que doy por si alguien quiere buscarlos: 2R 4,42-44; Sal 144, 10-11; Ef 4,1 -6, comentaré algo de ellos: Una frase estimulante de San Pablo a los efesios: “Os ruego que andéis como conviene a la vocación a la que habéis sido convocados”.. ¡Ahí es nada¡. porque resulta que “Dios nos ha elegido desde antes de la constitución del mundo para ser santos e inmaculados en su presencia” ( la cita es de memoria). La cita del “Libro de los Reyes” habla de la multiplicación de los veinte panes de cebada que le entregaron a Eliseo, y que éste multiplicó para dar de comer al pueblo - no sabía yo de esta multiplicación de panes de Eliseo – yo solo sabía de la que nos habla San Juan en 6, 1-15. Verán por que esto tiene que ver conmigo: Me he pasado la vida dando de comer a mi gente y en otro sentido dando también a los demás de ese pan que sin ser material no por ello necesitamos menos. Ocuparse de la intendencia y de guisar año tras año y día tras día, incluídos domingos y fiestas para la propia familia, es un trabajo duro y abnegado que solo la insensatez de estos tiempos ha podido no valorar. Espero pues acogerme en ese examén del juicio final en el que no hay convocatoria de septiembre, a la obra de misericordia de dar de comer al hambriento para salir bién parada. Al salmo que dice: “El justo tendrá su derecho y un porvenir los rectos de corazón”, que leímos hace bién poco y que siempre me encantó el de hoy añade: “ Los ojos de todos están fijos en Ti esperando que a su tiempo les des el alimento / Tu abres la mano y sacias a todo ser viviente.” Hoy mis hijos me han invitado a comer y a cenar