15 diciembre, 2011

Algo sobreVisconti

El 1- XI -23001, decía entre otras cosas Juan Orellana hablando de Visconti.

“Si hoy alguién es homosexual, es preferible frivolizar locamente o vivir su drama con la dignidad de un Pasolini o un Visconti?. La aristocracia de entonces,, de de los Visconti de Modrone, ha sido sustituida por grupos financieros, y los mecenas de antaño son hoy fundaciones bancarias y “lobbies” políticos. Hoy no hay fascismo ni marxismo, sino sucedáneos de todo,no hay tradicción ni ruptura sino asepsia universal; ya no hay cultura del ideal sino neutralidad total. El ímpetu y el coraje han dejado sitio al “prudente” preservativo” y al incienso “new age”. Extrañas suenan hoy estas palabras pronunciadas por Viscoti poco antes de morir: “Ni los años ni la enfermedad han acabado con mis ganas de vivir y de luchar..Películas, teatro comedias musicales , quiero hacerlo todo: Con pasión. Porque siempre hay que arder de pasión cuando se enfrenta uno a cualquier cosa” ¿Quedan maestros así? ¿Con una afirmación tan radical del ser y de la vida? Esas declaraciones demuestran que el ateísmo es una decisión intelectual que se desmiente con la vida.”

Visconti nació en otro mundo. Su familia desde generaciones había “gobernado” la Scala de Milán(…)Educado en el seno de una familia religiosa y acostumbrado a las discusiones teológicas con el confesor, su dilatada relación con los intelectuales de izaquierda parisinos, le van a alejar de la fe de sus padres, adentrándose además, en el solitareio camino de la homosexualidad.

Fumador de un centenar de cigarros por día, la salud empezó a abandonarle en 1972. El día que murió había estado escuchando la segunbda sinfonía de Brahms toda la mañana. Falleció rodeado dee gardenias, como había pedido. Se celebró un funeral católico mientras en la plaza de la Iglesia ondeaban banderas rojas. Hoy le recordamos con agfradecimiento porque su obra y su cine nos devuelven la conciencia de nuestra grandeza y de nuestro drama. ¡Lástima que los enemigos de la Iglesia ya no sean como ellos, como Pasolini y Visconti, cuya equivocación era amar al hombre con pasión, pero sin Cristo¡ Ahora ya no aman al hombre así.”

Ví en su momento: “El Gattopardo”, “Muerte en Venecia, “Confidencias”…tengo que decir que yo no recuerdo a Visconti con agradecimiento sino con compasión por su drama existencial – hasta hace poco conservé un estupendo artículo de Nieva que publicó en su día ABC, creo que se titulaba: “El filósofo con rostro amargo” - y con la esperanza de que al final hubiera abrazado a Quién tanto lo había esperado.