19 agosto, 2011

En la brecha

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica, que Moisés “de la intimidad con el Dios fiel, lento a la ira y rico en amor sacó la fuerza y la tenacidad de su intercesión. No pide por él sino por el pueblo que Dios ha reunido (…) Pero es sobre todo después de la apostasía del pueblo cuando “se mantiene en la brecha” ante Dios para salvar al pueblo”. Me gustó cuando lo leí – el capítulo dedicado a la oración en el Catecismo es precioso - eso de mantenerse en la brecha, cuando las cosas van mal. Es el heroísmo que a todos se nos pide, porque para grandes cosas estamos hechos. La emoción vivida con la llegada del Papa a Madrid, me hace escribir estas líneas a las seis de la mañana porque desde las cuatro estoy dando vueltas en la cama. Con tanta cosa estupenda agolopada en la cabeza y tanto trabajo por hacer, no hay quien duerma. Creo que el Papa, con su venida a Madrid, nos ha puesto muy fácil “estar en la brecha”, para aprovechar para Dios tanta redada. ¿Quién va a tener ahora reparo en hablar de Dios a jóvenes y menos jóvenes? Los que ya contamos con algunos años, y tuvimos la suerte de tener una magnífica catequesís, no podemos olvidar que tenemos “el mundo como heredad”. No podemos dejar, por nuestra apatía, que gran siembra se pierda. Aunque luego leamos despacio las homilías del Papa, creo que es bueno tomarle apuntes. Ayudan. “¡Qué nada ni nadie os quite la paz. No os avergonzéis del Señor”. ¡Qué fácil es: “ ser adicto a Benedicto”.