13 septiembre, 2009

Tres jazmines

Ayer, fiesta de la Virgen, con la gente en Torreciudad rezando por las todas las familias de el mundo mundial. Unidos todos gloriosamente los de aquí y los de allí por ese corriente viva de la comunión de los santos, desayuné como siempre en la terraza y después leí el cuarto de hora reglamentario de “Caritas en Veritate”. Al terminar, levanto la cabeza y veo tres preciosos jazmines abiertos en la misma rama. Me emocioné. Lo vi como un pequeño regalo de la Virgen, así como el pensamiento instantáneo de asimilarlos a mis dos hijas y yo, madres las tres. Añadiré que los jazmineros de mi terraza son bastante racanos, en florecer como es debido.

Ayer dos buenas tertulias a la salida de misa de 12: con Pier, Pilar y Paquita. A ésta le faltan veinte matrículas para su Colegio Mayor de la Asunción. Quedé en rezar por ello. Paquita es una de esas mujeres a quienes siempre he admirado. Hacía tiempo que no la veía. Me gustaron sus ojos verdes grandes, alegres como dos estrellas, y su cara arrugadita de hada madrina buena.

Pilar nos contó que su nuera Lourdes, está de tres meses. Llegar y besar el santo porque se casó, como Dios manda, en junio. Jose Luis era viudo con dos niñas una de doce años. Estan encantadas de tener madre. Lourdes había tenido un cáncer y recibido quimioterapia cinco años… La anterior mujer dee Jose Luis había muerto de cáncer. Pensando en la nueva familia, en la que incluyo a la suegra porque es estupenda y se ha pasado la vifda rezando, me viene a la cabeza esto: “Aunque el justo sufra muchos males, de todos los saca el Señor”.

Por la tarde Asun y yo descubrimos una cafetería preciosa, con un hermoso espejo dorado y chimenea de mármol. Hablamos mucho, casi me quedo sin
voz…

Un día estupendo.