08 septiembre, 2009

Los hermanos Brontë examinados por su padre

“Cuando mis hijos eran muy pequeños, la mayor tendría unos diez años y la más pequeña unos cuatro, creyendo que sabían más de lo que yo había descubierto y para conseguir que hablaran con menos timidez, se me ocurrió que lo hicieran utilizando una máscara que había en casa.
Empecé por la más pequeña Anne y le pregunté que es lo que más necesitaba un niño; me contestó “edad y experiencia”. Pregunté a Emily que podía hace con su hermano que a veces era malo; me contestó: “Habla con él y si no atiende a razones ázotalo”.Pregunté a Patrick, cual era la mejor forma de saber la diferencia de los intelectos de hombres y mujeres; me respondió: “Considerando la diferencia que existe entre ellos respecto a sus cuerpos”. Luego pregunté a Charlotte cuál era el mejor libro del mundo; me contestó La Biblia”. ¿Y después de la Biblia? “el Libro de la Naturaleza”. Pregunté a continuación cuál era la mejor forma de educar a una mujer; y respondió: “La que le enseñe a gobernar su casa”. Finalmente,
pregunté a la mayor cuál era la mejor forma de pasar el tiempo; me contestó: “Emplearlo en prepararse para una eternidad feliz”. Quizá no sean esas sus palabras exactas, pero tampoco muy distintas, porque recuerdo que me causaron una impresión profunda y perdurable. Pero la esencia es la que he expuesto. .