Garbo
En el prólogo de “Cuentos para mujeres valientes” de Doña Emilia Pardo Bazán ( libro interesante y terrible, por cuanto en él, mujer y víctima son casi sinónimos) he leído estas palabras de la autora que me han hecho sonreír:
“En el 68 ocurrieron tres acontecimientos importantes: me vestí de largo, me casé y estalló la revolución de septiembre”.
Dos líneas, en mi opinión, suficientes para marcar el garbo y desparpajo
de quien lleva la escritura en las venas. No creo se ofenda Doña Emilia, (que se casó a los dieciséis años) si, a toro pasado, la imito y escribo dos líneas a mi vez:
“ En el 68 (cien años más tarde) ocurrieron dos cosas importantes: nació en abril mi hijo Juan y tuvo lugar “la revolución de mayo”, de ésta no he dicho nada aquí, pero lo haré..
Garbo tienen también las palabras que Juan Manuel de la Prada escribe en el prólogo de “El hombre eterno” de Chesterton (lectura prometedora que acabo de iniciar). Entresaco éstas:
“En Chesterton, la gracia de la expresión nunca se alcanza en detrimento de la hondura del pensamiento; ambas forman una aleación que hace de su escritura un festín de la inteligencia y una exultante experiencia estética.”
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