17 mayo, 2007

miocentesis

Ayer tomando café con una amiga me contó que a “su nuera” ( la mujer que vive con su hijo) que está esperando un niño, le habían hecho a las doce semanas la prueba del pliegue nucal y al no ser satisfactorio el resultado ( riesgo de síndrome de down) le habían propuesto la miocentesis. Ésta, no solo es una prueba muy dolorosa para la madre, hay también sufrimiento fetal y por si ello fuera poco, realizándola hay riesgo de aborto ( tanto si el niño es normal como si no). Para cualquier persona que tenga un mínimo de sentido común y un mínimo de valor la miocentesis aterra, porque una madre que merece ese nombre no arriesga la vida del hijo, sea éste como sea. Mi amiga, contraria al aborto, me decía: “¡Hay que ver a lo que hemos llegado¡ selección de la raza, como Hitler.”Comentó también la insensibilidad de los Médicos que no solo no se inmutan ante el aborto sino que a veces lo proponen. Conozco, gracias a Dios muchas mujeres, que tomando firmemente el rumbo de sus vidas y sabiendo que no todo lo que se puede hacer ( en medicina como en cualquier otro campo) se debe hacer, cuando el médico propone esa prueba contestan algo parecido a esto: “Tendré el hijo de todas formas, tanto si es normal como si no, así es que no necesito la prueba”. Bajo este cientifismo al uso, se esconde un capitalismo feroz: se consume medicina, como se consumen electrodomésticos, pero consumir aquella es más peligroso.