02 abril, 2007

En el día de hoy...

“En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. Españoles: la guerra, ha terminado”.
Siempre, el 1 de abril: “Día de la Victoria”, como se decía cuando yo era niña, me acuerdo del parte de Franco.
Mi padre (que de corazón era carlista : “Dios, Patria y Rey ) fue voluntario del 18 de julio y tomó parte en la defensa del Seminario de Belchite, punto neurálgico para la defensa de Zaragoza. Él y algunos otros, cuando durante el asedio, rompieron el cerco, en el bolsillo exterior de su guerreras asomaba el título del libro de Thomas Kempis : “La imitación de Cristo”. Me gusta contarlo porque hoy se tiende a olvidar que muchos de los que combatieron al lado de Franco lo hicieron para defender las raíces cristianas de España. Tacharlos sin mas de “fascistas” es una flagrante injusticia. A la que a veces no me acostumbro. Con Franco lucharon también el poeta ingles Roy Campbell ( que se convirtió Altea, en parte impresionado por la vida plácida y feliz de que llevaban los campesinos católicos) y el novelista Evelyn Wauhg, también converso.

Desde el año año 82 en España estamos sufriendo, quienes nos criamos bajo el régimen de Franco, un bombardeo sistemático en TV contra quienes no estuvieron en el lado de lo que hoy es “políticamente correcto”, por eso me ha alegrado leer este alegato de Christopher Dawson sobre nuestra guerra civil:
“…La victoria del comunismo en España representaría la victoria del comunismo en su aspecto mas peligroso, porque no significaría la victoria sobre el capitalismo, relativamente poco importante en España, sino sobre el catolicismo, que es la auténtica raíz de la tradición española.
Si España fuera capaz de volver a encontrarse a sí misma desdpués e este siglo de desunión y debilidad (…)no significaría solo la victoria de España, sino la de Europa. Esto devolvería a la sociedad un elemento esencial sin el cual la sociedad europea está incompleta y falta de equilibrio”

No voté a los Populares. A los Socialistas tampoco podía hacerlo. A los primeros, perdonando, (¿qué podía hacer si se vendían como los otros a las rebaja en su concepto del hombre ) que ya es mucho, concesiones en temas vitales, no pude perdonarles que iniciaran la guerra de Irak.

Mañana 2 de abril: aniversario de la muerte de Juan Pablo II… Me parece estar oyéndole gritar en el estadio Bernabeu “No os dejéis enrolar en la espiral de la violencia”.