30 marzo, 2007

Tiempo pasado, tiempo bpresente

Hoy, 30 de marzo, he ido a la Biblioteca con mi nieto Alejandro, que aún no ha cumplido nueve años, y le han hecho allí su primer carne de lector. Ha salido de allí con sus tres flamantes tebeos y profundamente orgulloso de tener su propio carne con fotografía. “Abuela, si algún día te dejas tu carné yo te dejo el mío para que puedas sacar un libro”, me ha dicho. Día memorable. A la salida, ante una escultura de piedra de la Virgen con el Niño en brazos, que había bajo un arco en una especie de templete, hemos rezado una Avemaría para que siempre lea cosas que le diviertan y le instruyan.

Hoy mi hija Marta ha escriturado la venta del piso por la que tanto hemos rezado. Gracias Don Álvaro. ( Como Creo que ya dije, la venta se la encomendamos a D. Álvaro del Portillo, segundo Padre del Opus Dei)

Desde el dia 28 de marzo quería decir que el 28 de marzo de 1515 nació Santa Teresa
de Jesús y el 28 de marzo de 1925 fue ordenado sacerdote San Josemaría Escrivá de Balaguer. Con él se iniciaría con el tiempo una pléyade de sacerdotes santos esparcidos por el mundo entero. El 30 celebraría su primera misa en la capilla del Pilar de Zaragoza y el 31 ya estaría en Perdiguera sustituyendo al párroco. San Josemaría habló mucho de Santa Teresa en su predicación y siempre mantuvo un gran cariño por sus hijas Carmelitas, por las que viéndolas, Fray Luis de León decía conocer a Santa Teresa, además de por sus libros, según aquello de que “por sus frutos los conoceréis”.

El 29 de marzo de 1960 el poeta Siegfried Sasson, que acabó convirtiéndose al catolicismo en parte por influencia de Ronald Knox, escribía:
“A mi pobre y viejo “yo” le pregunté muchas veces a cuantas cosas estaba dispuesto a renunciar si me convertía en católico. Y la respuesta fue siempre la misma: me lo pedían todo. Evidentemente no podía ser de otra manera…” (“Escritores Conversos”)

Hoy, a las 10 de la noche, había un Vía Crucis por el barrio antiguo, dirigido por el Señor Arzobispo. Aunque me hubiera gustado ir, el gran catarro que tengo me ha servido de coartada para no hacerlo. Ante esa vocecilla de la conciencia que me acusaba de floja y comodona, mi amiga Asun ( autora del blog“Contentos”) me ha dicho que tenía que cuidarme, que era una obligación. Dios la bendiga.

Hoy hace dos años que estoy con vosotros. Contenta de estarlo.