05 enero, 2007

Noche de Reyes

Al fin puedo escribir a mis amigos invisibles. Y desear que los Reyes Magos nos traigan a todos un camello cargado de ilusión, de coraje y de esperanza para encarar el 2007, con lo que traiga, agradeciendo a Dios todo lo que este año nos ha dado y también lo que nos seguirá dando. Estando convencidos de que todo lo que venga, es para bien, porque Dios es nuestro Padre.

“Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti¡ Mira: las tinieblas cubren la tierra, la oscuridad los pueblos, pero sobre ti amanecerá el Señor. Su gloria aparecerá sobre ti; y caminaran los pueblos a tu luz; los reyes al resplandor de tu aurora.(…) Entonces lo verás , radiante de alegría; tu corazón se asombrará, se ensanchará, cuando vuelquen sobre ti los tesoros del mar, y te trauigan las riquezas de los pueblos: Te indundará una multitud de camellos, los dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor.” (Isaías 60- 1-6)