28 diciembre, 2006

Charo

Charo va siempre corriendo. Alguna vez he dicho que las mujeres corremos siempre, va con nuestra naturaleza. Cuando alguna vez viene a verme, lo que sucede con suerte un par de veces al año se sienta en el borde del sillón como si fuera un pajarito posado en una rama, dispuesto a emprender el vuelo. La última vez que la vi se demoró algo más, estaba contenta. Por ser Navidad se habían ido de su casa las americanas que tiene hospedadas y de cuya pensión vive. Ya no tenía que peinarse en su cuarto nada más levantarse para salir de él con aire digno. Por unos dias la casa era solo suya. A Charo la dejó el marido con cuatro hijos cuando era joven. Cosas que pasan. Como era Licenciada en Filosofia y Letras, consiguió no pasarle un duro, pero el se fue siendo catedratico de universidad gracias a ella que crio a los cuatro sin su ayuda y sin ejercer su carrera. Cosas que pasaban.

No puedo poner acentos porque en su lugar me sale otra letra que ahora quiero poner para mostrarla y no sale.

A Charo le encanta leer. Siempre se aprende con ella. Resulta que tuvo la oportunidad de ver y oir a Carmen Martin Gaite en Madrid en el Circulo de Bellas Artes. Habia poca gente, quiza porque ese dia habia futbol. Llego con su boina ladeada le dio la mano a todo el mundo y estuvo simpatiquisima. Al mes siguiente estaba muerta. A veces, la gente se despide bien de los amigos. Les deja buen sabor de boca. Dios cuida la salida de escena.