04 junio, 2016

La atención

La atención que prestamos a algo es el termómetro más exacto de nuestro amor. El amor es un estado de atención completo; y la atención total conduce al amor. Dios mismo, que es fundamentalmente un misterio de atención, solo existe para mí en la medida que le presto atención del orante en sus tareas domésticas. Así que amamos solo aquello a lo que atendemos. Resulta imposible amar a aquello a lo que no se ha estado atento. La compasión o la caridad brotan espontáneas si estamos atentos al necesitado. No es posible estar atentos a un necesitado y no ser compasivo y caritativo con él. El egoísmo, la avaricia, la envidia..todo eso en cambio es fruto de la dispersión. Nadie podrá concentrarse en la oración si no ha sabido concentrarse en la vida cotidiana. El mejor termómetro para una vida de oración es la actitud del orante en sus tareas domésticas. Orar no es más que agradecer la vida cotidiana la que hemos estado atentos. ("El Olvido de sí" Pablo dÓrs, EDitorial Pre-Textos) He vuelto a coger este libro leído no hace mucho y lo dis fruto más porque ya no estoy pendiente del argumento.