02 septiembre, 2015

C.S.Lewis habla de Chesterton

C.S. Lewis lee a Chesterton por primera vez en la cama de un hospital. ya que en abril de 1918 le hirieron en Bernenchon cerca de Lillers. Oígamosle: “Ahora como alternativa a las tricheras, – llegó a las trincheras del frente en noviembre de 1917 cuando cumplía 19 años -, una cama y un libro eran “el mismo cielo” (….) Fue aquí donde leí por primera vez un ensayo de Chesterton. Nunca había oído hablar de él ni sabía qué pretendía; puedo entender demasiado bien como me conquistó inmediatamente. Se podría haber esperado que mi pesimismo, mi ateísmo y mi horror hacia el sentimentalismo hubieran hecho que fuera el autor con el que menos congeniase. Puede ser que la Providencia, o alguna “causa segunda” de algún tipo extraño dirija nuestros gustos previos cuando decide unir dos mentes. El hecho de que conectes con un autor es tan involuntario e impredecible como el que te enamores. Para entonces ya tenía suficiente experiencia como lector para distinguir cuando algo me gustaba de cuando estaba e acuerdo con ello. No necesitaba aceptar lo que decía Chesterton para disfrutar con ello. Su humor es del tipo que más me agrada, no son “chistes” embutidos en la página como las pasas en un pastel, aún menos ( algo que no soporto) un tono general ligero y jocoso, sino eses humor que no se puede separar en modo alguno del argumento, que es más ( como diría Aristóteles ) el mismo florecimiento de la dialéctica. La espada brilla no porque el espadachín está luchando por su vida y eso hace que la mueva a gran velocidad. (…)Aunque pueda parecer extraño , me gustó por su bondad.” Baste por hoy pero seguiré con el tema en honor de mi querido Gilbert. Keith Chestreton