26 abril, 2015

Contraportada

Acabo de terminar el libro “Dorothy Day, Mi conversión” (Rialp), que me ha impactado y, como acostumbro ofreceré algunos párrafos de él que me han gustado especialmente, pero antes lógicamente, presentaré a la autora. Para ello, nada mejor que copiar la contraportada: Dorothy Day (1897-1980) crece en Chicago. Trabaja como periodista revolucionaria en publicaciones de la izquierda americana, defendiendo activamente los derechos de la mujer, el amor libre y el aborto. Ella misma aborta su primer hijo por temor a ser abandonada por su amante. Por su defensa dee los pobres y de la justicia social es considerada por muchos – entre ellos por Barak Obama - como una de las grandes reformadoras de la historia americana, que supo “oponerse a las reformas ideólogicas de su tiempo para elegir la búsqueda de la verdad y abrirse al descubrimiento de la fe (…)Dios la condujo a una adhesion consciente a la Iglesia, a una vida dedicada a los desheredados” (Benedicto XVI, 13-2-2013). Su proceso de beatificación, ya iniciado “podría recordar a muchas mujeres de hoy lo grande que es la misericordia de Dios (…)Ella estuvo al margen dee la fe y supo descubrir el camino correcto para vivir en plena coherencia con la exigencia de la fe católica” (Cardenal John O´Connor”. Este es su relato.